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“Strategies of Redistribution: The Left and the Popular Sectors in Latin America”
El libro analiza los diferentes modelos de política social adoptados en América Latina durante el boom de los commodities en los 2000s. A contramano de la bibliografía tradicional sobre el Estado de Bienestar, que propone una visión unidimensional centrada en la redistribución de ingresos, mi estudio presenta una conceptualización multidimensional de la redistribución que contempla las distintas herramientas que poseen los gobiernos para forjar coaliciones con los sectores populares. Me focalizo en dos tipos de políticas: aquellas que redistribuyen ingresos hacia los individuos de los sectores populares (trabajadores formales e informales), y aquellas que redistribuyen poder económico y político hacia sus organizaciones (sindicatos y movimientos sociales).
Esta reconceptualización revela tres modelos de redistribución en América Latina que combinan la redistribución de ingresos y poder de distintas formas. El modelo de Alivio a la Pobreza (Brasil y Chile) sólo redistribuye ingresos y sólo a aquellos individuos en los deciles más bajos de la población, sin empoderar a los sindicatos o los movimientos sociales. En el Populismo de Izquierda (Argentina y Venezuela), los gobiernos redistribuyen ingresos hacia segmentos más amplios de los sectores populares, y también redistribuyen poder económico, pero no poder político. El modelo más redistributivo es el Socialdemócrata (Uruguay y Bolivia), que conjuga alta redistribución de ingresos con el empoderamiento político y económico de las organizaciones sociales.
El libro desarrolla un argumento que denomino la “paradoja de la izquierda débil” para explicar esta variación: los presidentes de izquierda adoptan políticas redistributivas más generosas cuando poseen escaso control sobre los partidos de izquierda y las organizaciones populares. La mayor redistribución permite a los presidentes forjar coaliciones con estos actores a los efectos de consolidar su liderazgo sobre la izquierda. Este argumento va a contramano de la bibliografía existente, que argumenta que países con presidentes electoralmente fuertes y movimientos de izquierda centralizados son más proclives a adoptar políticas redistributivas más ambiciosas. La evidencia para este argumento proviene de dos años de trabajo de campo en Argentina, Brasil y Uruguay, en donde realicé investigación de archivo y 267 entrevistas en profundidad a funcionarios públicos, dirigentes sociales, empresarios y líderes partidarios. Además, confeccioné una base de datos original sobre las trayectorias profesionales de más de 1,500 funcionarios, sindicalistas y legisladores de izquierda desde 1990 hasta 2015. Esta evidencia empírica y la combinación de métodos (process-tracing y análisis estadístico) me permiten explicar los cambios en tres áreas del Estado de Bienestar: las políticas laborales, previsionales y asistenciales. Para demostrar que mi argumento es generalizable más allá de mis tres casos principales, extiendo mi investigación a Chile, Venezuela y Bolivia.